La primera vez que vi este vestido de Armani fue de lado. ¡Este es EL VESTIDO! -pensé- Perfecto para una boda veraniega.
Ese aire etéreo que aportan los tejidos de seda, su elegante color neutro y el sutil corte de los volantes me hacían desearlo fervientemente.
En la imagen, Sylvie van der Vaart lo luce impecable (lo que facilita mucho las cosas), acompañándolo de sandalias de gamuza beige y cristal de Jimmy Choo, pendientes plateados brillantes y un clutch en la misma línea (beige y plateado).
Sylvie van der Vaart en la boda ibicenca del futbolista John Heitinga
y Charlotte-Sophie Zenden | grazia.nl
Sin embargo, en nuestro segundo encuentro, el susodicho estaba de frente y la impresión cambió, vaya si cambió... Pasó de ser el vestido ideal al traje corporativo de Guerrero Luna.
Valentino. Colección primavera-verano 2010 |
coolspotters.com
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Tras varias vueltas a la metamorfosis, he llegado a la conclusión de que Sylvie no ha acertado con la talla. Quizás le queda demasiado holgado para mi gusto. Y es que el tamaño importa. Nunca se puede subestimar el poder de un par de centímetros.
Por lo demás, la falda del vestido me parece fabulosa, ¿no creéis?
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