La idea llegó viendo Up estas Navidades. Carl, ese anciano entrañable, acostumbraba a enviarle globos de helio a su esposa con una nota atada con un hilo. Después, vi esto en la red:
weddingchicks |
Fotos colgando de globos. Ya me imagino la escena: globos y globos con fotos inmortalizando grandes los momentos compartidos por todas y frases personalizadas por el dorso. Colarse en su casa como un Rey Mago, llenarle el salón de recuerdos, prepararle un desayuno espectacular, dejarle instrucciones y poner a todo trapo una buena canción que toque la fibra sensible (como esta) y dejarla sola para que disfrute el momento.
¡Vaya manera tan buena para comenzar una despedida!
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