Hace ya tiempo, leía en el blog 321 Mecaso, una entrada titulada "Una bata de raso para los preparativos" en la que su autora, América Vallejo, recordaba angustiada el momento previo a las sesiones de maquillaje y peluquería el día de su boda, cuando no supo qué ponerse. Era algo con lo que no había contado. Así en esta entrada, además de compartir su experiencia personal, ofrece una serie de opciones para esos minutos de transición.
Regalar lencería a la novia durante la despedida es una costumbre bastante arraigada según en qué culturas. Acertar con la talla o el estilo de la agasajada son dos problemas que podríamos ahorrarnos si, en su lugar, apostamos por una bata.
No es cuestión de regalar una bata de seda y encaje a tu amiga que siempre viste prendas de algodón. Se trata de tener sus gustos en cuenta a sabiendas de que siempre existe un riesgo.
Aún así, creo que este margen de error es menor si optamos por un batín, ¿o no? La talla importa un poco menos, los colores lisos siempre funcionan, una camisa o un kimono también entrarían dentro de la definición, etc.
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¿Tú qué te pondrías para los momentos previos?
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